Mucho se ha dicho y escrito sobre las bondades de la sauna finlandesa. Un ritual de cuidado personal milenario. Vale la pena detenerse un momento en recapitular sus ventajas. Te comentamos algunos de sus beneficios más destacados. Quédate hasta el final, puede que alguno te sorprenda.
Antes de nada es bueno aclarar que la sauna no produce efectos inmediatos. No es que cuando te metas 5 minutos en una sauna una vez ya te vas a encontrar como nuevo. Como mucho, sentirás calor y puede ser que sudes. Los efectos de la sauna son acumulativos y requieren de un uso continuado y regular de la misma.
Los finlandeses, grandes promotores de esta práctica, toman como mínimo una sesión de sauna a la semana. El tiempo de permanencia en la sala de calor es como máximo de 20 minutos. Si eres principiante, es recomendable que comiences por periodos cortos de 3 minutos y que los vayas prolongando a medida que tu cuerpo se habitúe al calor.
Si no estás acostumbrado a tomar baños de sauna con regularidad, corres el riesgo de sufrir una subida o bajada de tensión por permanecer demasiado tiempo en la cabina de sauna.
Dichas estas aclaraciones, estas son 7 de las ventajas más destacadas de tomar la sauna con regularidad.
Mejora la circulación sanguínea.
La revista Vogue remarca que el calor seco de la sauna dilata los vasos sanguíneos y facilita la circulación de la sangre por todo el cuerpo, incluido el corazón. La cardióloga finlandesa Julia Adamian afirma que la sauna aumenta la frecuencia cardiaca y el gasto cardiaco; es decir, la cantidad de sangre que el corazón bombea a todo el cuerpo. Esto hace que su uso regular sea beneficioso para personas con factores de riesgo de cardiopatías.
No podemos decir que la sauna sea una terapia exclusiva para personas enfermas. Beneficia a cualquier individuo. En este aspecto, la sauna supone un ejercicio cardiovascular suave que a la larga mejora la salud del corazón.
Esta es la razón principal por la que la sauna es tan popular en los países nórdicos. Ya no solo en Finlandia, también en repúblicas bálticas como Estonia y Lituania, donde existen instalaciones públicas parecidas a la sauna finlandesa. Las bajas temperaturas a las que están sometidas las personas que viven en esas latitudes, durante gran parte del año, pueden conducirles a una ralentización del ritmo cardiaco que se puede contrarrestar con protocolos de cuidado como la sauna.
Tiene efectos antiinflamatorios.
El calor seco de la sauna alivia el dolor y las molestias musculares y articulares. Así lo indica el canal de salud de la aseguradora Mapfre, quien señala que el empleo regular de baños de sauna es beneficioso para personas que sufren enfermedades crónicas como la artritis reumatoide y la artrosis.
De sobra es conocido el efecto calmante que tiene el calor respecto al dolor muscular. Aunque en el caso de la sauna no se aplica calor localizado a una zona concreta, el ambiente de la cabina, que llega alcanzar temperaturas de 100º Centígrados, alivia las molestias musculares que la persona pueda sufrir en cualquier parte de su cuerpo.
Ya sea por una lesión puntual o por una enfermedad crónica, la sauna nos ayuda a mitigar el dolor y a mejorar la calidad de vida de la persona afectada.
Despeja las vías respiratorias.
El calor húmedo despeja las vías respiratorias y ensancha los alveolos pulmonares.
Si bien, el calor que emite la sauna finlandesa es seco, se puede convertir en húmedo provocando vapor de agua. Algo que los finlandeses hacen calentando piedras volcánicas sobre la estufa de la sauna e introduciéndolas dentro de un cubo con agua.
El vaho que emite el cambio de temperatura despeja nuestras fosas nasales y avanza por el esófago en dirección a los pulmones. Creando una sensación agradable de sanación que mejora el estado de nuestras vías respiratorias.
La sauna es beneficiosa para combatir la sinusitis, para aliviar los síntomas de la bronquitis y para tratar gran parte de las alergias respiratorias.
Si dentro del cubo con agua introducimos hojas de eucalipto, el beneficio es aún mayor. Limpiamos de esta manera las fosas nasales y facilita la eliminación de la mucosidad.
Combate el estrés.
La sauna también es positiva para nuestra salud mental. El ambiente que se crea dentro de la sala de calor nos conduce a una situación de relajación muscular y mental que nos lleva a desconectar de las preocupaciones diarias. Una especie de “Reset” que es beneficioso para nuestra mente.
El tiempo que permanecemos dentro de la cabina de sauna no podemos concentrarnos en problemas o asuntos que se han producido fuera de ella. El cuerpo está sometido a tal cambio de temperatura que hasta nuestro cerebro altera el orden de las tareas. En esos minutos, nuestra cabeza no hace otra cosa que intentar adaptarse al entorno.
El calor de la sauna, a su vez, produce una relajación muscular que des-contractura los nudos y rigideces musculares que suelen venir asociadas a los estados de estrés. El dolor de espalda, la rigidez en el cuello y en el trapecio, etc.
Someternos cada semana a uno o dos baños de sauna es una terapia efectiva para lidiar con situaciones de vida que nos resultan estresantes o demasiado exigentes. Implica una oxigenación de nuestra mente que nos ayudará a enfrentar esas condiciones con energía renovada.
Limpia la piel de toxinas.
El tiempo que estamos dentro de la sauna llegamos a sudar. En ese proceso nuestra piel expulsa por los poros, grasa e impurezas que están atrapadas en las diferentes capas de la dermis.
La sauna es positiva para eliminar puntos negros, para limpiar pieles grasas y para combatir el acné. Después de los baños de sauna presentamos una piel más tersa y suave, libre de suciedad e impurezas.
Aquí es importante, después de salir de la sauna, darnos un baño de agua fría. De esta forma evitaremos que la suciedad que hemos expulsado con el sudor regrese a nuestra piel.
Una de las mayores leyendas urbanas que se han difundido en torno a la sauna es la idea de que adelgaza. Eso no es así. Después de un baño de sauna podemos llegar a perder hasta 2 kilos de peso, pero principalmente, lo que hemos hecho ha sido expulsar líquidos con el sudor. Un peso que recuperaremos en cuanto volvamos a hidratarnos.
Esta es otra recomendación importante. El líquido perdido debemos recuperarlo bebiendo agua o alguna bebida isotónica una vez hayamos concluido nuestro ritual de sauna.
Mejora la calidad del sueño.
Habituarse a tomar saunas con regularidad, libera endorfinas y mejora la conexión entre la mente y el cuerpo, propiciando que podamos tener un sueño reparador.
Digamos que es una acción relajante que ayuda a conciliar el sueño, como podría ser darnos un baño de agua caliente. No podemos afirmar que sea una medida definitiva, pero sí es una ayuda importante. Si una persona tiene trastornos del sueño recurrentes, deberá acudir a un profesional para tratarlo. En todo caso, la sauna le ayudará a relajarse, pero no solventará por completo el problema.
Darnos un baño de sauna con frecuencia forma parte de esas acciones de autocuidado que tantas veces necesitamos para alcanzar un equilibrio físico y mental apropiado y que solemos desestimar por estar inmersos en otros asuntos. Acciones que influyen en que no podamos dormir de una manera adecuada.
La puedes tener en casa.
Una de las ventajas en la que no solemos caer es que podemos beneficiarnos de la sauna instalando una cabina de sauna en casa. Un amigo mío, Ramón, encargó a Saunas Luxe, una empresa madrileña que lleva fabricando e instalando saunas personalizadas en domicilios, hoteles e instalaciones deportivas desde hace más de 40 años, que le colocara una en el baño de su casa. Desde entonces, puede tomarse un baño de sauna cada vez que le apetezca sin necesidad de desplazarse a un spa.
Lo bueno que tienen las cabinas de sauna es que se pueden instalar en cualquier sitio: en el baño, en el desván, en el sótano, y hasta en un pasillo. Se pueden fabricar tan grandes o pequeñas como queramos o podamos. Tan solo necesitamos tener acceso a la red eléctrica, ya que la mayoría de las estufas de saunas modernas funcionan con electricidad.
Tener una sauna en nuestro domicilio es un privilegio al alcance de la mayoría. Una inversión menos costosa de los que nos imaginamos, que redunda en nuestro bienestar.
Como señalamos al principio, para que la sauna surta efecto es necesario tomarla con regularidad. Si tenemos una cabina de sauna en nuestra casa ya no tenemos excusa para hacerlo. Podemos tomar una sesión de sauna en cualquier momento, como podríamos darnos un baño de agua caliente. Esto facilita la constancia y, por tanto, la posibilidad de beneficiarnos de todos estas ventajas de las que hemos venido hablando a lo largo del artículo.
Si la sauna finlandesa se ha hecho tan famosa en el mundo entero, es porque sus beneficios para la salud son positivos para toda la humanidad.