La salud dental no cesa de sorprendernos con nuevas innovaciones tecnológicas. Avances que hacen que recuperar la operatividad y estética de la dentadura sea más efectiva, duradera y cómoda para el paciente. Ahora, los implantes cerámicos están llamados a sustituir a los fabricados en titanio, los más utilizados hasta la fecha, por la resistencia del material y su integración en la estructura ósea. Estos nuevos implantes vienen a resolver los problemas derivados de implantar metal en nuestras encías.
La odontología, y todas las ramas relacionadas con ella, son una especialidad médica en continua evolución tecnológica.
En las últimas décadas, hemos asistido a un aumento cualitativo de medios de diagnóstico por imagen en 3D, asistidos por ordenador. A las clásicas radiografías que utilizaba el dentista para conocer el estado general de nuestra dentadura, se le han sumado las tomografías, con imagen computarizada, y los escáneres dentales, que reproducen por ordenador una simulación exacta en 3 dimensiones del interior de nuestra boca.
De esta manera, el especialista tiene una información precisa y exacta de la salud de nuestros dientes y de los problemas que puedan surgir en un futuro. Podrá elegir el tratamiento más adecuado para resolverlos, llevar un seguimiento exhaustivo de su evolución y diseñar medios personalizados.
Este es el caso de la ortodoncia invisible, que tan popular se ha hecho en los últimos años. A partir de la imagen generada por el escáner, el ortodoncista diseña una férula exacta de la dentadura del paciente en termoplástico traslúcido, para ir corrigiendo la mala colocación de los dientes.
El paciente ha ganado en comodidad y estética. La férula es removible, y el usuario se la puede quitar sin problemas para comer o lavarse los dientes. No tiene que aguantar la incomodidad de los antiguos aparatos dentales. Cuando lleva puesto el corrector, apenas es visible a la vista de los demás.
Dentro de las innovaciones se encuentra la incorporación de la tecnología CAD / CAM. Una técnica, que como nos explica la Gaceta Dental, empezó utilizándose en la industria y en la ingeniería para diseñar piezas por ordenador y, se ha aplicado con mucho éxito en la salud dental.
Gracias a esta tecnología se pueden diseñar apósitos personalizados para resolver los problemas dentales del paciente. Mediante una simulación informática se pueden hacer pruebas sin necesidad de operar en la boca, minimizando al máximo los riesgos. Con el patrón definitivo se fabrican por ordenador piezas exactas que encajan a la perfección en la dentadura. Su utilización ha sido decisiva en el desarrollo de la implantología.
¿Qué es un implante?
Antes de entrar a ver los implantes cerámicos, es conveniente recordar qué es un implante. La implantología es una rama de la odontología destinada a reponer las piezas dentales perdidas. La ejercen los cirujanos dentales.
Dentro de la odontología, el elemento más importante es el implante. Un apósito dental que viene a sustituir a la raíz del diente. Debe ser lo suficientemente fuerte como para soportar la tensión derivada de la mordida y el masticado de alimentos.
Además, debe ser biocompatible con nuestro cuerpo, no producir rechazo, e integrarse en la estructura maxilar que lo soporta. Es lo que de forma profana definimos como el tornillo que se coloca en las encías, para luego implantar la prótesis.
La integración del implante no es inmediata. Debe pasar por un proceso de tres meses en el implante se integra en la estructura ósea. Es lo que se llama la osteointegración. Una unión molecular entre los huesos alveolares y el elemento que el cirujano ha colocado.
En ese tiempo se produce una fusión, por el cual el implante parece formar una sola pieza con los huesos maxilares, y la encía va recubriéndolo como si fuera la base de un diente. Si no se produjera este fenómeno, las nuevas piezas colocadas se moverían y terminarían cayéndose.
Hasta hace poco tiempo, los implantes de mayor calidad se fabricaban en titanio. Un metal muy resistente, compatible con nuestro organismo y que propiciaba una osteointegración perfecta. Sin embargo, al ser un metal, puede dañar las encías y recubrirse de placa bacteriana, lo que puede dar lugar a infecciones periodontales, en el interior de la encía.
Finalizada la osteointegración se colocaba sobre el implante la corona o prótesis. El diente o conjunto de dientes artificiales que le devolvían la operatividad y estética a la boca.
¿Qué es un implante cerámico?
Los materiales cerámicos se ha utilizado tradicionalmente en la salud dental, son conocidas las carillas de porcelana, altamente resistentes. En implantología se han empleado desde los orígenes de esta disciplina.
Volver a utilizar implantes fabricados con materiales cerámicos obedece a un desarrollo de la ciencia y la tecnología, y al descubrimiento de materiales nuevos como el zirconio. Un polvo con el que se consiguen productos altamente moldeables con una fortaleza superior al titanio.
La colocación de implantes de titanio ocasionaba problemas en múltiples ocasiones. Existen pacientes que son alérgicos a este metal y que para poder reponer sus dientes había que recurrir a productos de calidad inferior. En ocasiones, la colocación del implante de titanio generaba un rechazo, la boca del paciente no lo aceptaba y se producía una infección.
Las infecciones también eran frecuentes en procesos de osteointegración en los que el paciente era fumador o no seguía una higiene dental adecuada. Estos problemas se han resuelto con los nuevos implantes cerámicos, que ni producen alergias ni generan rechazos.
Los cirujanos dentales de Icoa, una clínica dental de Las Rozas y Madrid, pioneros en la utilización de este tratamiento en nuestro país, nos comentan que los implantes de zirconio aumentan exponencialmente el rendimiento respecto a los de titanio y mejoran la calidad de vida del paciente.
Este material tiene sus peculiaridades. El zirconio es una materia prima muy diferente al titanio, por lo que reproducir los implantes metálicos con material cerámico no es efectivo.
En los inicios de esta técnica se procedía a la implantación de estos apósitos por medio de sistemas cimentados, lo que creaba serios inconvenientes en la colocación del implante. Ofrecía dificultades a la hora de diseñar estos elementos y de calcular cómo se producía su unión en el tejido óseo maxilar.
De nuevo la investigación tecnológica ha permitido resolver este escoyo. Partiendo de todo lo que se ha aprendido con la colocación de los implantes de titanio, se ha logrado adaptar las peculiaridades del material cerámico y a sus ventajas biológicas.
Ventajas de los implantes cerámicos.
La revista médica digital Top Doctors – España señala algunas de las ventajas que implica la aplicación de esta nueva innovación tecnológica:
- Menor retención de placa bacteriana.
Los implantes cerámicos presentan una respuesta inflamatoria baja o débil. Esto se debe a que es un material sanitario que apenas retiene placa bacteriana. Esto hace que se reduzcan los casos de perimplantitis, infección de la hendidura realizada en la encía para colocar el implante. Es un producto con muy bajo nivel de alergias y rechazos.
- Más respetuosos con los tejidos blandos.
Si se efectúa una osteointegración completa, como la que se consigue con los implantes de titanio, es decir, que el apósito queda soldado con fuerza al hueso, varios estudios han demostrado que los implantes cerámicos son menos dañinos con los tejidos blandos. Se produce una mejor adhesión a la encía, produciendo menos fricción y, por tanto, menos posibilidad de irritarla.
- Mejora estética.
Si bien el implante está metido dentro de la encía, si el tejido blando es muy delgado o se produce una recesión, es normal que el implante se vea o se deje entrever. El titanio, que tiene un color como niquelado, enseguida salta a la vista, mientras que los implantes cerámicos, que son blancos, pasan más desapercibidos.
Otro de los problemas que creaba el titanio es que, con el tiempo, producía una antiestética decoloración de la encía. Justo en la zona en la que había sido implantado. Ese deterioro del tejido no se aprecia con los implantes cerámicos.
- Más resistentes.
Puede resultar sorprendente, ya que el titanio es uno de los metales más duros que existen, pero las pruebas de laboratorio que se han efectuado para medir la durabilidad de este nuevo producto ha demostrado que tiene más resistencia mecánica y a la fatiga.
La prueba de fatiga mide el debilitamiento de un material a causa de la aplicación de cargas repetidas de fuerza. Simulan en el laboratorio el proceso de masticado. A raíz de estos experimentos se ha llegado a la conclusión de que, comparando un implante de titanio con otro de zirconio con el mismo diámetro de base y una forma similar, el implante cerámico presenta una resistencia un 18% mayor.
- Más saludable.
Aunque los implantes de titanio han sido tratados clínicamente en profundidad, no deja de ser un metal, con un cierto nivel de conductividad de la temperatura y de la electricidad. Los implantes cerámicos carecen de ningún componente metálico, por lo que existe un menor riesgo de irritación del sistema inmune.
Los implantes cerámicos hacen más cómodo y minimizan los riesgos que puedan aparecer en el proceso de reconstrucción de una dentadura.