Sesión de fisioterapia

La fisioterapia te ayuda a vivir sin dolor.

Vivir con dolor es una de las condiciones físicas más limitantes que podemos llegar a padecer. Para mitigarlo, los médicos recetan calmantes y analgésicos. Si padecemos dolor muscular o en las articulaciones, la fisioterapia es una disciplina que puede ayudarnos a sobrellevar la situación.

Los dolores cervicales y de espalda son unas de las molestias más frecuentes entre la población. Las malas posturas y pasar gran parte de día frente a un ordenador nos suele llevar a padecer estas dolencias. En estas situaciones, las sesiones de fisioterapia son mano de santo.

La fisioterapia es una disciplina médica que ayuda a las personas recobrar las funciones corporales. Funciones que se ha perdido a consecuencia de una lesión o de una enfermedad. Su efectividad va más allá del simple tratamiento de los músculos. La fisioterapia nos puede ayudar a resolver problemas intestinales, de masticación, de deglución, a recuperar el habla y el lenguaje y hasta resolver problemas neuronales, de pensamiento y de razonamiento.

Los fisioterapeutas son profesionales sanitarios. Para ejercer esta especialidad se requiere una formación universitaria equiparable a la de enfermería. El fisioterapeuta tiene un conocimiento profundo de la anatomía humana. Así como dominio de ciertas técnicas que permiten recuperar la movilidad de los músculos y los órganos del cuerpo.

El fisioterapeuta trabaja coordinado con el médico especialista. Forma parte de un equipo médico que pretende resolver los problemas de salud del paciente. Hemos visto lo importante que es su papel frente a determinadas dolencias musculares frecuentes. Si nos enfrentamos a algunas enfermedades crónicas, su actuación es decisiva.

Enfermedades en las que se suele recurrir a la fisioterapia.

Cuenta la revista Medline Plus que la fisioterapia forma parte del tratamiento habitual de determinadas enfermedades que afectan a la capacidad de desenvolverse del individuo. Algunas de ellas son graves y/o degenerativas. Estos son algunos ejemplos:

  • Artritis Reumatoide. Esta es una enfermedad crónica autoinmune que provoca un desgaste continuado del cartílago que protege las articulaciones. Esto hace que cuando el enfermo las mueve, le produzca un intenso dolor. Se puede dar en la rodilla, en las muñecas, en los codos, en los hombros, en los pies y en las manos. Sus síntomas son inflamación en las articulaciones, rigidez, limitación de movimiento e hinchazón. Los ejercicios de fisioterapia evitan que la artritis destruya la articulación, aumentando la fuerza y mejorando la flexibilidad.
  • Esclerosis múltiple. La esclerosis múltiple es otra enfermedad autoinmune que degrada la cubierta de las células nerviosas. Esta acción bloquea la transmisión nerviosa del cerebro y la médula espinal al resto del cuerpo. Entre sus síntomas se encuentra el dolor agudo en ojos y espalda, la fatiga crónica, temblores en todo el cuerpo, calambres musculares, vértigo y pérdida del equilibrio. En este caso, la fisioterapia reduce la inflamación y el dolor muscular. Al mismo tiempo que se puede enfocar en potenciar la coordinación y el equilibrio, mejorando, de esta manera, las condiciones de vida del enfermo.
  • Lupus Eritematoso Sistémico. Conocido por sus siglas LES, esta enfermedad autoinmune afecta al corazón, al pulmón, a los riñones, al cerebro, a la piel y produce una disminución de glóbulos rojos en la sangre. Suele ocasionar un dolor agudo en el pecho y en los músculos, así como erupciones cutáneas, fiebre y anemia. Los ejercicios fisioterapéuticos contribuyen a mejorar las condiciones de vida del paciente.
  • Osteoporosis. Esta enfermedad provoca la aparición de poros en los huesos que disminuyen la masa ósea y hace que los huesos se vuelvan más frágiles y vulnerables. Como consecuencia de ello, la frecuencia de lesiones y el tiempo de recuperación de las mismas aumenta considerablemente. La fisioterapia instruye a los enfermos en como incorporar la enfermedad en su rutina diaria, mejora la coordinación y el equilibrio, y fortalece los músculos con el objetivo de prevenir lesiones.
  • Fibromialgia. Esta es una de las enfermedades que más dolor generan. Consiste en un síndrome que afecta a los tejidos blandos, las articulaciones, los músculos y los tendones. Entre sus síntomas más habituales encontramos los dolores crónicos, altibajos emocionales, fatiga, estreñimiento y pérdida del equilibrio. Para esta enfermedad, la fisioterapia fortalece los músculos y disminuye los síntomas, haciendo un poco más llevadera esta enfermedad insufrible.

La fisioterapia también se utiliza para recuperarse de accidentes cerebro-vasculares, lesiones en la médula espinal e insuficiencias cardiacas o respiratorias.

Beneficios de la fisioterapia para calmar el dolor.

Como acabamos de ver, aparte de recuperar la operatividad de los músculos, la fisioterapia es un instrumento eficaz para reducir el dolor. Estos son algunos de sus beneficios sobre este asunto:

  1. Alivio del dolor muscular y articular: Mediante técnicas como masajes manuales, estiramientos y ejercicios específicos, se reduce la tensión muscular y se mejora la movilidad de las articulaciones.
  2. Rehabilitación de las lesiones: En este sentido, la fisioterapia ayuda a restaurar la función de músculos y articulaciones, al tiempo que alivia el dolor asociado al proceso de curación.
  3. Mejora la postura: La fisioterapia corrige desequilibrios de postura que a menudo son causa de dolores crónicos, especialmente en la espalda y el cuello.
  4. Reducción de la inflamación: Técnicas como la terapia manual y el uso de modalidades físicas (ultrasonidos, electroterapia, etc.) disminuyen la inflamación, lo que contribuye a aliviar el dolor.
  5. Fortalecimiento muscular: Algunos programas específicos de ejercicios fortalecen los músculos debilitados, proporcionando mayor soporte a las áreas doloridas y reduciendo la frecuencia del dolor.
  6. Prevención de futuras dolencias: La fisioterapia no solo trata el dolor actual, también identifica y corrige posibles problemas mecánicos, evitando lesiones y dolores futuros.
  7. Aumento de la movilidad y la flexibilidad: A través de técnicas como movilizaciones articulares y estiramientos, mejora la amplitud de movimiento, aliviando el dolor relacionado con la rigidez.
  8. Control del dolor crónico: En enfermedades como la fibromialgia o la artritis, ayuda a manejar el dolor de forma efectiva mediante terapias adaptadas al paciente.

En qué consiste el tratamiento de fisioterapia.

Es difícil hablar de un tratamiento estándar. Dependiendo de la dolencia del paciente, el fisioterapeuta realizará unas acciones u otras. Lo que sí prima, en todo momento, es la efectividad, por delante de la cantidad de sesiones. Los fisioterapeutas de la Clínica Rafael Guerra, una clínica multidisciplinar de Getafe (Madrid), operativa desde el 2009 y con un equipo de fisioterapia formado por profesionales reputados que han trabajado como profesores asociados en universidades nacionales e internacionales, señalan que una sesión bien dada es mejor que dos.

Todo tratamiento de fisioterapia comienza con una evaluación inicial. El profesional realiza una exploración del paciente guiado por el diagnóstico del médico, para determinar el alcance de la lesión y las causas del dolor o de la disfunción muscular u orgánica. A partir de este primer análisis, diseña un plan de actuación.

Entre las acciones más frecuentes se encuentran las terapias manuales. Masajes, estiramientos y manipulaciones que buscan aliviar las tensiones musculares y mejorar la movilidad en la zona tratada. Para reforzar el trabajo realizado en la sesión, el fisioterapeuta puede recomendar ejercicios sencillos para que el paciente realice en casa.

Las sesiones de fisioterapia incluyen ejercicios terapéuticos. Rutinas concretas que buscan aumentar la fuerza y la flexibilidad en la zona dañada, así como mejorar la postura.

Dependiendo del tratamiento, las terapias manuales se pueden complementar con otras técnicas físicas como la electroterapia o los ultrasonidos que ayudan a aliviar el dolor y a reducir las inflamaciones.

La fisioterapia tiene también una función instructiva. El fisioterapeuta proporcionará consejos y dará instrucciones para que el paciente aprenda a controlar el dolor y a prevenir futuras lesiones.

La fisioterapia digital.

La revista Cuídate Plus publica un artículo muy interesante sobre las terapias de rehabilitación a distancia. Un sistema de efectuar tratamientos de fisioterapia por medio de plataformas de internet que permiten realizar las sesiones online.

Estas plataformas han sido diseñadas por personal sanitario y fisioterapeutas. Al mismo tiempo que registran los ejercicios que hace el paciente, a través de la cámara del ordenador o del móvil, monitorizar algunas constantes e indicadores corporales.

Esta variedad de telemedicina fue pensada para atender a pacientes que tienen dificultades para trasladarse a la consulta del fisioterapeuta, bien por problemas de movilidad o porque residen lejos de la clínica. En estos momentos, según cuenta la revista, este sistema se está utilizando con éxito en la rehabilitación que sigue a la implantación de una prótesis de cadera.

El fisioterapeuta Alberto Camacho, que ha participado en el diseño de una de estas plataformas, opina que la fisioterapia digital abre una dirección interesante en el desarrollo de la fisioterapia que no sabemos hasta dónde puede llegar.

Y es que con estas aplicaciones online, el paciente puede realizar la rehabilitación en su casa, cuando quiera, sin tener que desplazarse a ningún sitio y sin tener que someterse a horarios.

Por medio de la imagen de la cámara, el programa señala las partes del cuerpo a trabajar, fija un movimiento y determina la velocidad de ejecución del mismo y el rango de apertura.

Sin duda, la fisioterapia es una herramienta sanitaria ideada para mejorar la calidad de vida de los enfermos.

     

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