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Hablando de implantes

Dentro del campo de la odontología, la implantología es una de las áreas que más ha evolucionado en los últimos tiempos. Dejando atrás a la habitual dentadura postiza, todavía vigente, huelga decir, poner implantes para reconstruir la dentadura es muy frecuente. No obstante, pese a su evolución y ser algo tan habitual, todavía suscita dudas y preguntas a muchas de las personas que, no han pasado por la necesidad de colocárselos o están valorando la opción.

Siendo así, hemos decido acercarnos al mundo de la implantología y tratar de resolver algunas de las cuestiones más relevantes y habituales. Sobre todo aquellos aspectos que deben ser considerados antes de recurrir a este tratamiento odontológico que, sigue a estando en la vanguardia del sector. En esta línea lo primero que debemos señalar es que los implantes dentales, son complementos metálicos que ejercen como raíces dentales. Su misión no es otra que esa: ejercer de raíz para, posteriormente, sustituir dientes y muelas. Por lo general, se fabrican en titanio o zirconio y tienen la capacidad de integrarse en el hueso maxilar y, por lo tanto, en la boca. Como si de una pieza natural se tratara.

Mencionar que el implante ejerce de raíz y la corona, de pieza dental. Aunque van unidas y forman una única pieza tras su colocación, hay que tener en cuenta que se trata de partes independientes. Como nos recuerdan desde la Clínica Dental Mesiodens, expertos en odontología integral. Recurrir a los implantes es una de las mejores opciones que ofrece la odontología cuando existe perdida de piezas o el daño sufrido en ellas, requiere de una extracción. Con este tipo de tratamientos, es posible sustituir una sola pieza, varias o toda la dentadura, en función de las necesidades de cada paciente.

Beneficios y otras cuestiones sobre implantología

Al margen de lo que pueda parecer, decantarse por un tratamiento de implantes dentales, conlleva una serie de ventajas, sobre otro tipo de tratamientos. En primer lugar, se trata de volver a recuperar las piezas pérdidas o deterioradas, sean las que sean. Se trata de una solución permanente muy semejante a la de la dentición natural. Al mismo tiempo, este tipo de tratamiento, evita el deterioro óseo, ya que estimula el hueso, previniendo su reabsorción como sucede ante la pérdida de dientes. Por otro lado, existe una cuestión estética, puesto que mejora el aspecto de la boca. Se diseñan de forma que se integre con el resto de la dentadura sin problema. Y por supuesto, se trata de un tratamiento que proporciona gran comodidad, puesto que los avances permiten que el proceso sea rápido y sin dolor.

Esta última cuestión, relativa al dolor es uno de los aspectos que más dudas genera en los pacientes. Resulta lógico y natural sentir cierta preocupación respecto al dolor que puede producir el tratamiento de implantología por lo que implica. Sin embargo, gracias a las técnicas y procedimientos más modernos, resulta muy cómodo realizar el tratamiento. El uso de anestesia local o sedación consciente si procede, garantiza la ausencia de molestias durante el proceso. Tras el procedimiento en la clínica, es posible sufrir algunas incomodidades leves, muy similares a las que se producen tras pasar por una extracción dental. Estas molestias, desaparecen a los pocos días.

Para realizarse un tratamiento de implantología el proceso es el siguiente. Se lleva a cabo una evaluación inicial. Lo habitual es realizar un análisis completo que incluya radiografías y escaneos en tres dimensiones. A partir de ahí, se realiza una planificación personalizada que se adapte a las necesidades de cada paciente. Tras la planificación, se procede a colocar el implante de forma rápida e indolora, como ya hemos comentado. Durante el denominado período de cicatrización el hueso se integra con el implante. Este proceso de osteointegración dura unas semanas. Una vez se ha producido la cicatrización, se procede a colocar la corona que no es otra cosa que el diente definitivo.

Lo que nos lleva a definir las partes con las que cuenta un implante que, son tres: el tornillo o implante propiamente dicho que, verdaderamente es un tornillo como es fácil comprobar y se coloca bajo la encía; el pilar transepiteliar que emerge por debajo; y la corona que es la parte visible, es decir, el diente. Para que se sujete como corresponde, el implante sufre un proceso denominado como osteointegración al que ya nos hemos referido anteriormente. Este proceso hace posible que el implante se conecte al hueso.

Durante este período en que se produce la osteointegración, conviene tener cuidados especiales para evitar posibles problemas. Lo más habitual es que se produzcan infecciones, por lo que es fundamental mantener una buena higiene bucal y controlar las bacterias. En el caso de llevar cargas (prótesis que se apoyan en los implantes) tener cuidado puesto que al apoyarse pueden provocar problemas en la evolución. Fumar es algo que debe hacerse lo mínimo posible o evitarlo.

Algo que suele inquietar a aquellos que tienen que pasar por un tratamiento de implantología, es el hecho de tener que estar sin dientes o prótesis y la duración de ese período. Por lo general, se lleva una prótesis provisional, pero si se trata de implantes de carga inmediata, se estar sin dientes unas horas.

Respecto al posible rechazo que pueda producirse, recordamos que los implantes se fabrican generalmente en titanio. Este material es biocompatible por lo que es poco probable que el cuerpo lo rechace y si sucede, suele ser un rechazo mínimo. Lo más preocupante es que se produzcan problemas en la osteointegración, sean de carácter infeccioso u oclusal.

A tener en cuenta a la hora de elegir implantes

Llegado el caso de tener que recurrir a la implantología para resolver problemas bucales, es necesario tener toda la información posible al respecto. Además de tener en cuenta una serie de factores para elegir correctamente el tratamiento más adecuado para cada caso. En primer lugar, para recibir el mejor asesoramiento, hay que elegir una clínica de confianza, con un buen equipo de profesionales, tanto a nivel de eficacia y saber hacer su trabajo, como en lo que al trato al paciente respecta. Resulta esencial a la hora de someterse a este tipo de tratamientos, sentirse cómodo y seguro a lo largo de todo el proceso. El equipo odontológico debe proporcionar toda la información y atención demandada por el paciente para que permanezca tranquilo. En estos aspectos, influye la preparación y experiencia del profesional odontólogo y el equipo que lo acompaña, en este tipo de tratamientos. Por lo que deben estar actualizados y al día de todos los avances que se produzcan en lo relativo a la implantología.

Otro de los aspectos a tener en cuenta y valorar, es lo referente a las instalaciones e instrumental disponible en la clínica. Dentro del campo de la implantología en la odontología moderna, los avances son muy continuos, tanto a nivel de técnica como de instrumental y materiales. Acudir a una clínica que disponga de todo lo necesario para realizar los tratamientos de implantología con un material actualizado y novedoso pero eficaz, es fundamental para el buen fin del tratamiento. Si a esto se le añade el aspecto y estado de la clínica dental, que debe ser cuidado y limpio, el resultado será más positivo para el paciente.

Cómo mínimo es necesario que al paciente se le realice una radiografía panorámica para valorar el estado general del hueso mandibular y elegir la medida del implante a colocar. Sin embargo, elegir una clínica en la que realicen todas las pruebas diagnósticas necesarias, proporcionará una mejor valoración, tanto de las necesidades reales como del posible resultado. En los casos de mayor complejidad, en los que resulta difícil valorar con precios la medida del hueso con una radiografía, puede ser necesario recurrir a un TAC. Aunque cada vez, se recurre más a las imágenes en tres dimensiones que ofrece la ecografía moderna.

Por supuesto hay que considerar la calidad el implante que utilizan en la clínica en cuestión. Es muy frecuente encontrarse con “gangas” y rebajas en implantología, algo que no es muy prudente. Sobre todo para el paciente. Hay que ser consciente de que una vez se coloca el implante, pasa a formar parte del cuerpo. Conocer la procedencia del implante, el material con el que se ha fabricado y su biocompatibilidad es fundamental para evitar problemas posteriores. La clínica debe ocuparse de facilitar toda la información necesaria al paciente, proporcionando datos como la marca y características de los implantes que se van a utilizar.

Como colofón, no puede faltar un presupuesto. A la hora de elegir el tratamiento de implantología más adecuado, es esencial disponer de algún presupuesto y comparar. Los implantes dentales son los tratamientos más caros en lo que respecta a la odontología moderna. Conviene conocer el precio total del tratamiento, incluyendo la prótesis y, no solo el precio del tornillo y la cirugía. Con este valor completo, teniendo en cuenta la durabilidad del tratamiento y pronóstico favorable que proporciona el tratamiento, hay que considerar el mismo como una inversión y tomar la decisión más acertada.

Poco más podemos añadir respecto a implantología dental. Lo mejor, en cualquier caso, es consultar con un profesional de la odontología quien, sin duda, es el que mejor puede resolver todas las dudas.

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