La globalización ha sido un proceso que de manera continuada nos ha forzado a tener que pensar a escala internacional, en lugar de a escala nacional. Las empresas se dieron cuenta durante la crisis económica que el mercado local y nacional no era suficiente para poder mantener los beneficios, y apostaron por exportar productos y servicios, pues las condiciones del mercado lo permitían.
Pongámonos en contexto, estamos alrededor del dos mil diez o dos mil once, cuando la crisis golpeaba con mucha fuerza, y nuestra empresa decidía internacionalizarse. En muchos casos se llevaba el contacto con las empresas de otros países desde la misma sede, pero en muchos otros hacía falta una persona en un país en el que teníamos muchas oportunidades, para llegar al mercado con más facilidad.
En este último caso, lo que se hacía (y se ha hecho durante mucho tiempo) era trasladar a uno de nuestros trabajadores para poder estar más cerca del cliente y para averiguar cómo entrar mejor en el mercado. Este traslado suponía que el trabajador se mudaba de país, algo que es muy rápido de decir, pero difícil de asimilar.
Cuando te proponen un traslado de este tipo puede que sepas cuanto tiempo vas a estar, o puede que no. Pero lo que es seguro es que tanto tu como tu familia vais a tener que rehacer vuestra vida en otro país diferente, lo que para muchos solteros sería una aventura, para las familias puede ser un problema.
Pero no siempre se traslada a una persona, pues también puede desplazarse un equipo al país dónde se va a trabajar para tratar directamente con el cliente, y después volver al país de origen. Esto es lo que comúnmente se llaman los viajes de negocios, y son una parte importantísima en la vida de muchos trabajadores.
Tanto los traslados a otro destino por motivos laborales, como los viajes de negocios son siempre objeto de debate. Y no es precisamente porque la idea de viajar a gastos pagados es más que sugerente, sino porque este tipo de viajes son solitarios, agotadores y hay que lidiar con otros inconvenientes como el Desfase Horario o jet lag. Pero no todo son inconvenientes, hay ventajas muy destacables, y esto vamos a tratarlo en la siguiente sección:
Aprovecharse de la logística es una gran ventaja para transportar tus bienes
Para muchas personas que son desplazadas a otro destino, ya sea nacional e internacional, les supone un gran problema tener que mover todas sus pertenencias, sobre todo si no tienes donde meterlas. Pero gracias a los avances en logística esto no es un problema, ya que puedes moverlas de un sitio a otro con total garantía de que llegarán al destino.
Eso si, asegúrate de contratar a empresas especializadas que tengan experiencia en este tipo de transportes. Desde LRG Magazine podemos recomendarte a Star Cargo, ya que nos viene directamente recomendada por nuestros lectores. Esta empresa es especialista en el transporte aéreo, marítimo y terrestre nacional e internacional, destaca su compromiso con sus clientes para ofrecer servicios a medida, entre los que se incluye el transporte de mascotas.
Para muchas personas comprometidas en relaciones o casadas supone un problema estar separados, por suerte y gracias a las nuevas tecnologías, podemos estar mucho más conectados a través de las llamadas por Skype (por ejemplo). Atrás quedaron los días en los que solo se podía llamar, actualmente el contacto puede ser tan constante como lo permita el trabajo.
Otro de los motivos por los cuáles muchos trabajadores rechazan los viajes de negocio, es porque este tipo de viajes pueden ser muy intensos, ya que en un breve espacio de tiempo deben de realizarse muchas tareas. Pero esto no tiene porqué ser así, pues si uno se organiza bien y se llevan los deberes hechos, el trabajo puede ser sencillo. Esto no solo te permitirá reducir el estrés de los viajes de negocios, sino que te permitirá realizar turismo en ciudades a las que de otra manera sería muy costoso y difícil viajar.
Por último, los viajes de negocios son una gran amistad para crear relaciones profesionales que pueden pasar al plano de la amistad. Muchos son los trabajadores que encuentran otras empresas un gran clima de trabajo, que fortalece las relaciones profesionales y personales, llegando incluso a ser la puerta de entrada para trabajar con clientes de la propia empresa a la que se prestan servicios.
