Aunque las bodas son cada vez menos frecuentes, la pedida de matrimonio no deja de ser un momento decisivo en la consolidación de una pareja. Más allá de la opinión que tengamos sobre esta institución, preguntarle a tu chica si se quiere casar contigo es un acto que refuerza vuestra unión. El anillo es el broche que culmina este momento tan especial. De ahí lo importante de elegir el adecuado.
El anillo de compromiso simboliza la decisión firme de compartir tu vida con la persona que amas. Se coloca en el dedo anular porque existe la convicción popular de que este dedo se comunica directamente con el corazón.
Para un hombre pedirle a su pareja que se case con él es un momento bonito, pero difícil. Es un paso decisivo. De ahí que busquemos el momento adecuado. Una cena romántica, un viaje. Algo que haga que esa situación sea inolvidable.
En otros tiempos, la pedida de mano era todo un ritual. El novio iba a la casa de la novia y le pedía al padre permiso para casarse con su hija. Lógicamente, antes, la pareja lo había hablado. El anillo se colocaba en el dedo de la novia, ante la mirada de los padres, después de la cena.
Hoy, por suerte, somos más independientes. No necesitamos la aprobación de nadie. La pedida es un momento íntimo que solo afecta a la pareja.
Todo empieza con la compra del anillo. Cogí de mi mujer, Silvia, la costumbre de mirar y comparar en internet. Ella lo hace con casi todo. Desde un piso para alquilar, un viaje, un móvil, unos pantalones. Dice que lo hace para sacar ideas, pero lo cierto es que suele terminar comprando.
Después de llevar años viviendo juntos, cuando tomé la decisión de dar un paso más allá y legalizar la relación, antes íbamos sin papeles, hice algo parecido con el anillo. Empecé a buscar anillos de compromiso por internet y he de decir que encontré algunos muy bonitos y a buen precio, en web de joyerías, como Joyería Lorena. Desde luego, internet facilita las cosas, incluso en las joyas de compromiso.
He de reconocer que en cuestiones del corazón soy bastante impulsivo. Esto hace que a veces me precipite. Yo no quiero que tú seas como yo. Quiero que todo te salga bien. Por eso te voy a dar unos consejos para escoger el anillo de compromiso adecuado.
Breve historia de los anillos de compromiso.
Antes de nada, vamos a coger un poco de perspectiva histórica. El blog sobre bodas Lluvia de arroz señala que la tradición de poner un anillo a la novia para pedirle matrimonio la instauró el Papa Nicolás I en el siglo IX, hace más de mil años.
En aquella época los anillos de compromiso eran de oro. Debía servir como señal, ante los ojos de la familia de la novia, de que el futuro marido iba a tener medios para mantener y cuidar a la mujer.
En el siglo XII, el Papa Inocencio III elimina la condición de que los anillos fueran de oro. Podían ser de cualquier metal. Eso sí, estableció un periodo de compromiso largo antes del matrimonio. Los novios debían estar seguros de que estaban en condiciones de casarse, ya que el matrimonio para la iglesia católica era de por vida. De aquí proviene la costumbre de los noviazgos fueran largos.
Durante toda la edad media, los anillos de compromiso eran simples aros de metal. No fue hasta 1477, cuando el Archiduque Maximiliano de Austria regaló un anillo con un diamante a su prometida, María de Borgoña, cuando cambió la tendencia.
Ajústate a los gustos de tu pareja.
No hay un modelo estándar de anillo de compromiso. No es como las alianzas de boda, por tanto, tienes un abanico más amplio donde elegir.
Fíjate en las joyas que le gustan a tu novia. Si le gustan las joyas discretas, las que llevan piedras preciosas, las que están adornadas con brillantes, etc. Escoge un anillo que se adapte a su estilo. Piensa que este anillo es para que lo luzca, para que se sienta a gusto llevándolo.
Por lo general, los anillos de compromiso suelen ser de plata u oro blanco, ya que las alianzas de boda son de oro amarillo, pero tampoco esto es una ley general. También, estos anillos suelen ser finos y delgados, aunque elegantes. Esto es así porque se supone que son provisionales, puesto que la boda se prevé próxima y serán sustituidos por las alianzas.
De todos modos, esto son meras orientaciones. Nadie mejor que tú conoce los gustos de tu novia. Si no estás seguro, abre una conversación con discreción e indágalos.
El diamante, el rey de los anillos de compromiso.
El diamante es la piedra preciosa que está más presente en los anillos de compromiso. Los puedes encontrar de diferentes tamaños y con distintas tallas. Esto se debe, además de por su belleza, por el significado social que le atribuimos.
El blog Significados y Símbolos señala que el diamante representa la pureza. Pero sobre todo, refleja fuerza y durabilidad. El diamante es la piedra más dura que existe. No hay nada que lo pueda rallar. Por tanto, un anillo con un diamante engarzado da a entender que nuestro amor es inquebrantable y que el compromiso que adoptamos con la otra persona será para siempre.
Más allá del diamante.
Como es lógico, el anillo es cuestión de gustos. No tiene por qué llevar un diamante necesariamente. Estas son otras opciones en cuanto a piedras y metales que puedes escoger:
Piedras Preciosas:
- Zafiro:
Simboliza la lealtad. Se cree que el zafiro fomenta la sinceridad y la fidelidad en una relación.
- Esmeralda:
Representa la renovación y la fertilidad. Está asociada con la armonía y el crecimiento. La esmeralda puede simbolizar la renovación constante del amor.
- Rubí:
Está considerada una piedra de pasión y energía. El rubí simboliza el amor apasionado y la vitalidad en la relación.
- Topacio Azul:
Se asocia con la calma y la serenidad. El topacio azul puede representar la paz y la estabilidad en la relación.
- Ópalo:
Representa la originalidad y la creatividad. Se cree que el ópalo fomenta la imaginación y la expresión única del amor.
Metales:
- Oro Amarillo:
Símbolo de riqueza y prosperidad. El oro amarillo representa la eternidad y la abundancia. Es ideal para expresar un compromiso duradero.
- Oro Blanco:
Está asociado con la pureza y la claridad. El oro blanco simboliza la pureza del compromiso y la unidad.
- Platino:
Representa la durabilidad y la resistencia. El platino es un metal fuerte, lo que lo convierte en un símbolo perfecto para un amor resistente ante las adversidades.
- Paladio:
Se asocia con la sinceridad. El paladio simboliza la honestidad y la autenticidad en una relación.
- Plata:
Representa la ternura y la paciencia. La plata es un metal asociado con la luna, simbolizando la paciencia y la reflexión en el amor.
Personalización y grabado.
Personalizar un anillo de compromiso es una forma hermosa de añadir un toque único a esta joya tan especial. Una opción popular es la elección de piedras preciosas personalizadas que reflejen los gustos individuales y la personalidad de la pareja. Desde piedras de nacimiento hasta gemas favoritas. Esta elección no solo embellece el anillo, sino que también le otorga un valor sentimental adicional. Por ejemplo, un zafiro azul, que simboliza la lealtad, podría ser la elección perfecta para una pareja que valora la fidelidad ante todo.
Otra manera encantadora de personalizar un anillo es a través de grabados en el interior del anillo. Estos grabados pueden variar desde fechas importantes hasta mensajes secretos que solo la pareja conoce. Un grabado que incluya la fecha en que se conocieron o se comprometieron agrega un toque de nostalgia, recordando los momentos especiales que han compartido. Además, mensajes cortos, pero significativos, como «Para Siempre» o «Nuestro Amor Eterno», pueden encapsular la promesa de un compromiso duradero.
La elección del metal también permite una personalización única. Por ejemplo, mezclar diferentes colores de oro o incluso combinar oro con platino crea una pieza visualmente atractiva y personal. Los detalles ornamentales, como filigranas o grabados intrincados en el metal, añaden un toque distintivo al anillo.
En cuanto a los grabados personalizados, su significado trasciende lo estético. Estos mensajes grabados son promesas silenciosas. Recordatorios íntimos de la conexión única que existe entre la pareja. Cada vez que la pareja mira el interior del anillo, se les recuerda la fortaleza de su vínculo y el compromiso compartido. La personalización, ya sea a través de piedras preciosas, grabados o detalles en el metal, convierte un simple anillo en una expresión artística del amor y la singularidad de una relación.
El anillo perdurará en el tiempo como un recuerdo de aquel momento tan bonito que vivisteis. Un paso decisivo en el fortalecimiento de vuestra relación. Un salto que va precedido por toda una historia anterior y que a partir de aquel momento adquiere una dimensión nueva. El anillo perdurará tanto o más que vuestra bonita historia de amor.