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El auge de la construcción de piscinas en verano

Con la llegada del calor, todo cambia. Las terrazas se llenan, los abanicos reaparecen y el aire acondicionado se convierte en protagonista. Pero hay algo que cada vez más personas desean tener antes que todo eso: una piscina. No hay nada mejor que cuando llega el verano, tener una piscina en el jardín para poder remojarte cuando quieras.

Construir una piscina ya no es un lujo exclusivo. Es, para muchos, una prioridad, una inversión y una forma de disfrutar del verano sin depender de playas abarrotadas o piscinas públicas. Y es que, en un mundo donde quedarse en casa ya no es sinónimo de aburrimiento, tener una piscina se ha convertido en el nuevo objetivo doméstico del verano.

Algunos optan por casas que ya la tienen. Otros se lanzan a construir una desde cero. Y muchos más apuestan por opciones desmontables para salir del paso. Lo cierto es que, en los últimos veranos, la demanda se ha disparado, pero la ilusión no siempre va al ritmo del papeleo. Hay muchas cosas detrás para poder construir una piscina, es faena, tiempo y dinero. Pero vale la pena por tenerla.

Antes del primer chapuzón: planificar bien

Antes de hablar con una empresa o contratar al primer profesional que encuentres por recomendación o redes sociales, lo más importante es tener claro qué tipo de piscina quieres. Puede parecer algo evidente, pero en la práctica, muchos proyectos se estancan justo por eso: por no tener una idea definida desde el principio.

Hay que tomarse un tiempo para mirar ideas, comparar modelos, ver estilos de acabados, tipos de instalación y dimensiones. Hoy en día, con toda la información que hay disponible en internet, es más fácil que nunca hacerse una idea bastante clara de lo que se busca. Basta con dedicar unas horas a explorar fotos, leer experiencias de otros usuarios y entender qué opciones existen en el mercado.

Este paso, aunque parezca preliminar, tiene un impacto directo en todo lo que viene después. No solo te ayuda a elegir mejor según tu espacio, presupuesto y necesidades, sino que además evita malentendidos, cambios de última hora y retrasos innecesarios. Si llegas con las ideas claras, los profesionales pueden trabajar más rápido y con mayor precisión.

En un sector donde los plazos pueden extenderse fácilmente, sobre todo en verano, esta preparación previa es clave. Cuanto más definido llegues al primer contacto, más eficiente será todo el proceso.

La importancia de una empresa especializada

No todos los constructores son iguales. Y no todas las piscinas son fáciles de ejecutar. Por eso, si quieres evitar complicaciones, sorpresas de última hora o retrasos innecesarios, lo más recomendable es contar con una empresa especializada. Una que no solo construya, sino que te acompañe en todo el proceso: desde la primera idea hasta el último detalle de acabado.

Empresas expertas como RaMa Piscinas, ofrecen un servicio integral. Se encargan del diseño, gestionan las licencias municipales, planifican los plazos de obra, ejecutan la construcción y rematan con los acabados. Todo con un solo interlocutor. Esto, además de comodidad, se traduce en eficiencia: menos margen de error, menos retrasos y menos dolores de cabeza.

He hablado de esta empresa porque yo mismo confié en ellos. Me construyeron la piscina en el jardín el verano pasado. Y este año, por fin, la voy a estrenar con mi familia y amigos. Tiene luces LED para los baños nocturnos, el tamaño justo para disfrutar sin ocupar todo el espacio, y unos acabados que, sinceramente, superaron mis expectativas. Lo mejor: cumplieron el plazo. Ni un día de más. Y eso, cuando se trata de obras en verano, es casi un milagro.

El gran obstáculo: la burocracia

Lo que más retrasa un proyecto de piscina no siempre es la obra. Es la ley. Sí, el trámite legal. Cada ayuntamiento tiene su normativa y conseguir la licencia puede convertirse en una pesadilla lenta.

Aunque el contratista suele encargarse del permiso una vez que el diseño está aprobado, conviene investigar antes. Hay que saber qué exige el ayuntamiento correspondiente. Porque, aunque el proceso de construcción puede durar entre 4 y 6 semanas, si no tienes la licencia, ese plazo se convierte en meses.

Peor aún: empezar la obra sin permiso puede acabar en multa. No vale con tener dinero, ilusión y espacio. Hay que cumplir con la normativa y tener un proyecto técnico detallado. Es una obra mayor y como tal debe tratarse.

Construcción: paso a paso

Una vez superado el papeleo, llega la parte más visible: la obra. Aquí, resumimos el proceso en cuatro etapas clave:

  1. Planificación y diseño

Antes de mover una piedra, toca decidir:

  • ¿Qué tipo de piscina quieres? Las hay de obra, desmontables, de hormigón proyectado, desbordantes, infinitas…
  • ¿Qué materiales vas a usar? El gresite y el porcelánico son los más populares por su resistencia y estética.
  • ¿Dónde se ubicará? La orientación, el terreno y el espacio disponible son factores fundamentales.
  1. Excavación y estructura

Empiezan las máquinas:

  • Se excava y se prepara el terreno.
  • Luego se construye el vaso o casco, normalmente con hormigón proyectado, que ofrece una gran durabilidad.
  1. Instalaciones

Aquí entran los sistemas esenciales:

  • El sistema de filtración y depuración del agua.
  • La instalación eléctrica para iluminación, bombas de calor o cualquier extra tecnológico.
  1. Acabados y llenado

El toque final:

  • Revestimiento interior con el material elegido.
  • Instalación de escaleras, duchas, luces, jets, etc.
  • Prueba de funcionamiento y llenado con agua.

Este proceso completo puede tomar entre 4 y 8 semanas si todo marcha bien. Por eso es recomendable comenzar antes de que empiece el calor fuerte.

¿Y si ya tienes piscina? Reformas clave para el verano

Tener piscina no siempre significa tenerla lista para usar. Muchas están en mal estado o necesitan mejoras. Reformarlas a tiempo puede marcar la diferencia entre un verano aprovechado y uno lleno de “ya lo haremos”.

Estas son las reformas más comunes antes del verano:

  1. Restauración del vaso

Las fisuras, pérdidas de agua o el deterioro del revestimiento son habituales. A veces basta con aplicar una lechada. Otras veces hay que renovar completamente el acabado.

  1. Renovación de bordes

Los bordes deteriorados no solo son feos, también peligrosos. Materiales antideslizantes y resistentes al sol y al cloro son imprescindibles para garantizar seguridad y estética.

  1. Mejora del sistema de filtración

Una buena depuradora mantiene el agua limpia, reduce el gasto en productos químicos y evita sorpresas desagradables. Si tiene más de 10 años, es momento de cambiarla.

  1. Iluminación y climatización

Hoy en día, las luces LED son el estándar. Consumen poco, duran mucho y permiten disfrutar la piscina también de noche. Y si quieres alargar la temporada, una bomba de calor puede ser una excelente inversión.

Accesorios imprescindibles para este verano

Tener la piscina lista es el primer paso. Pero para disfrutarla al máximo, hay una serie de accesorios que pueden marcar la diferencia:

  • Cubiertas de piscina: reducen la evaporación, evitan suciedad y ayudan a mantener la temperatura.
  • Escaleras o camas de agua: hacen más cómodo el acceso y permiten un uso más relajado.
  • Iluminación LED: mejora el ambiente y permite el uso nocturno.
  • Duchas exteriores: muy útiles para enjuagarse antes y después del baño.

Son detalles que parecen menores, pero que en conjunto mejoran mucho la experiencia.

No olvides el mantenimiento

Una piscina sin mantenimiento puede convertirse en un problema. No basta con tener agua: hay que tenerla limpia, segura y en equilibrio químico.

Cada inicio de temporada hay que revisar:

  • Los filtros: limpiarlos o reemplazarlos.
  • La bomba: verificar que funcione correctamente.
  • El nivel de cloro y el pH del agua: deben mantenerse estables para evitar problemas de salud.

Hacer esto a tiempo evita imprevistos cuando más quieres usar la piscina.

Tendencia al alza

El auge de las piscinas no es una moda pasajera. Es una tendencia que refleja cambios profundos en la forma de vivir el verano, y también en el uso del espacio privado. Las personas ya no buscan solo casas más grandes. Buscan espacios que les ofrezcan calidad de vida.

La pandemia impulsó esta transformación, pero el calor persistente, las olas de calor cada vez más frecuentes y el deseo de comodidad la han consolidado.

Tener piscina ya no es un sueño imposible. Es una opción alcanzable, siempre que se planifique bien. Eso sí: conviene actuar con tiempo. Cada año, las empresas se llenan de pedidos antes de que empiece el verano. Y cuanto más tardes, más difícil será conseguir tu oasis a tiempo.

 

 

Construir una piscina no es difícil en sí mismo. Lo complicado —y lo que marca la diferencia— es hacerlo bien, en el momento adecuado y cumpliendo con todos los requisitos legales. Porque sí, tener una piscina en casa suena a verano ideal, pero llevar ese deseo a la realidad requiere algo más que entusiasmo.

Hoy más que nunca, la idea de contar con un espacio propio para refrescarse, relajarse y disfrutar con amigos o familia está en la mente de muchísimas personas. Pero el proceso implica decisiones, tiempos y permisos que no se pueden improvisar. Si no se organiza bien, lo que debía ser un disfrute se convierte en una fuente de estrés.

El mejor consejo es simple, pero fundamental: empieza con tiempo, infórmate bien y rodéate de profesionales con experiencia comprobada. No se trata solo de cavar un agujero y llenarlo de agua. Se trata de crear un espacio funcional, seguro, bonito y duradero.

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