Hace un tiempo pasé por un punto de inflexión en mi vida. Estaba acostumbrada a mirar al menos una vez a la semana las novedades en la tienda online de Lencería Paqui, ya que son una fanática de la corsetería y de la moda en ropa interior, y esta tienda tiene buenos precios y modelos a la última y para todo tipo de mujer. Pero había uno de ellos que me encantaba pero que no podía entrar en él desde haber dado a luz, ya que había ganado algunos kilos de más en comparación a cómo estaba antes. Así que decidí ponerme en forma, pero de una forma diferente.
No sé si te pasa a ti también, pero a veces no basta con tener ropa que vestir porque las marcas o las tiendas dan talla, lo que queremos es que nos sienten bien las prendas. En Lencería Paqui tienen muchos modelos diferentes, incluidos aquellos para los cuerpos con más curvas y sin encarecer el precio de los mismos, pero yo me había enamorado de un conjunto en concreto para que el había que tener un tipo más tonificado. Fue entonces cuando me compré el libro Fit girls, de Lidia A. Costa, para convertirme en una chica así.
Este tipo de chicas son deportistas pero además molan, están de moda en Instagram, donde quizás se motivan para seguir haciendo deporte al compartir sus retos y resultados. Es la era de la nueva chica it. O sea, de la nueva chica imprescindible. Tú, que sigues de cerca las últimas tendencias en moda, beauty tips y food porn, y que admiras profundamente a Chiara Ferragni, Olivia Palermo, Gigi Hadid y Paula Echevarría, sabes que eso, solo eso, ya no mola. Ahora, lo cool de verdad es cumplir con todo lo anterior y, además, hacer deporte. Bueno, más que hacerlo, compartirlo en tus redes sociales. Porque, no lo olvides: no basta con serlo, los demás tienen que verlo.
Por eso intenté convertirme en toda una influencer en mallas y zapatillas, pero fashion, cool y bien molona. Y aunque no es una tarea sencilla, con consejos y plena disposición se consigue seguro. Debes tener muy en cuenta los modelitos deportivos que luces, el tipo de fotos que te haces, los hashtags que utilizas, las musas fit a las que sigues, la presentación de tus platos de ensalada… y, por supuesto, también los deportes que practicas. Porque no, ¡no todos valen!, bien porque no resultan del todo femeninos (que cada una lo entienda como quiera), bien porque las grandes marcas así lo han decidido, hay prácticas deportivas que deberás desechar si quieres conseguir tu objetivo: ser toda una fit girl.
¿Y qué hay del necesario postureo?, te preguntarás. La apariencia interesada es uno de los imprescindibles en fenómenos que, como este, se desarrollan en el entorno de las redes sociales. Y también en el de las fit girls. Si por algo destaca es, sin duda, por el postureo, eso que suena tan molón y que no es más que añadir a tus posts un importante nivel de ficción, invención y/o producción. Pero, repetimos: si de verdad no quieres resultar ridícula, no olvides que tus seguidoras no son bobas y se dan cuenta de las mentiras en exceso y de las invenciones desmedidas.
Pero ¿de verdad sabes qué significa?
El concepto de fit girl va más allá de su significado literal. Si fit significa en forma, y girl es chica, sería chica en forma, pero no. Pero… ¡error! No es solo eso. No basta con que te machaques en el gym, te levantes cada día a las 6.30 de la mañana para correr 10 km, comas todo lo que te dice tu nutricionista o con que estés suscrita a prestigiosas ediciones internacionales de revistas de fitness. Solo conseguirás tu objetivo si tienes en cuenta que hay un par de requisitos añadidos: la presencia en redes sociales es fundamenta, y conseguir cada vez más seguidores, cueste lo que cueste (incluso si tienes que recurrir a estrategias inconfesables como comprarlos), imprescindible.
Como en casi todo, el espectro de posibilidades de tipos de fit girls es variado. Y, ¡ojo!, todas válidas. Pero no te dejes deslumbrar por los destellos de la popularidad y el dinero (seguro que sabes que las más influencers incluso cobran de las marcas. ¿Que no lo sabías? ¡Pues ahora sí!). Sé humilde y, sobre todo, ten sentido común: no hay nada peor que una wannabe (querer ser y no poder) y hacer el ridículo en las redes. ¡Eso nunca! De ahí que te recomendemos ser consciente de las limitaciones con las que puedes encontrarte (presupuesto, horarios, tipo de físico…), y que comiences por crearte el perfil de fit girl que más se ajuste a tu realidad. Tranquila, que sí: cualquier mujer puede ser una fit girl. ¡Hay para todas!