Estilos de vida y formas de viajar hay muchos. Por ejemplo están aquellos aventureros que son capaces de coger su coche o moto e ir a recorrer el mundo con una maleta y muchas ganas de viajar.
Sin embargo, aunque este plan suene a libertad por donde lo escuches, como todo viaje necesita de su debida planificación y de tomar ciertas medidas antes de emprender la travesía. Aquí algunas de ellas.
Antes de arrancar…
Viaja con mente abierta
Si vas a emprender un viaje al estilo mochilero, con una maleta y en tu propia moto hacia donde el viento te lleve, lo primero que debes empacar es una mente abierta.
Estarás emprendiendo un viaje que te llevará a través de un montón de caminos, lugares, tipos de alojamiento y que te permitirá tener contacto con un montón de personas y diferentes culturas; y la idea es compartir de lleno con todo ello.
Además, en el camino quizá enfrentes alguno que otro imprevisto que ponga a prueba tu carácter resolutivo y de improvisación. Vamos que es toda una aventura.
Y con motivación
Encuentra una motivación lo suficientemente personal y mantén una actitud positiva ante cualquier obstáculo. Esto porque está garantizado que va a haber momentos duros en los que querrás acabar con todo y volver a casa. Accidentes, intentos violentos de atraco, huesos rotos, condiciones climáticas extremas, etc.
Lo importante es superar esas complicaciones, y aprender y crecer con el viaje. Para esto debes tener un objetivo y una motivación personal muy clara y fuerte de la que te puedas aferrar para no rendirte y seguir disfrutando la belleza de tu aventura, incluso en las bajas.
Haz una planificación minimalista
En este caso, la mejor forma de viajar es sin una planificación tan elaborada y dejando la puerta abierta a las sorpresas. Por ejemplo, puedes poner un mapa del mundo frente a ti y elegir tres lugares que puedas conectar y recorrer en tu moto y hacer una pequeña planificación tomando en cuenta el clima y la moneda de los lugares destinos; mientras que el resto del itinerario te lo tomas como un misterio por descubrir.
Reduce tu equipaje al mínimo
Cuanto más ligero es nuestro equipaje más fácil y lejos podemos llegar, por lo que es necesario que intentes no llevar grandes pesos contigo. El equipamiento de acampada y cocina, equipo fotográfico y ordenador, herramientas y repuestos para la moto, un poco de ropa casual y nuestro uniforme (trajes, cascos, botas y guantes) es todo lo que necesitamos. Estamos listos, el mundo nos espera.
En cuanto al presupuesto, intenta no gastar nunca en alojamiento
Aunque esta puede parecer una de las reglas más difíciles de cumplir, ya que hoy en día no nos lleva más de 15 minutos en llegar a un lugar nuevo y encontrar un espacio para pasar la noche, se debe ver como una decisión mucho más allá de lo económico, sino más bien una forma de que nuestro viaje se llene de historias y experiencias.
Para esto, mejor opta por quedarte en lugares de acampada y disfrutar de la naturaleza y la compañía de las personas que conozcas en el camino. Sin embargo, si esto es demasiado extremo para ti, siempre puedes planificar quedarte en un alojamiento en las diferentes paradas que tengas planificadas en tu itinerario. Siempre puedes encontrar variedad de opciones y costos.
Hace unos años quise hacer la ruta más larga del Camino de Santiago en mi moto, se trata del camino francés que son 940 kilómetros que aunque en vehículo no es mucho, hacerlo a pie sería impensable. El problema es que había tramos en lo que, obviamente, no podía ir con la moto y tuve que hacer desvíos y demás, pero me gustó mucho la experiencia y no me alojé ni un solo día en hoteles, albergues o casas rurales sino que dormí en el camino, a veces con grupos de gente, otras veces en camping, y solo cuando acabé mi recorrido decidí alojarme en Pazo Cibrán para reposar, recuperar fuerzas y volver a casa. Una maravilla de viaje.
He de reconocer que esta posibilidad a veces no es viable, bien porque no hay campings cerca de donde vas a parar esa noche o bien porque no encuentras grupos de gente que haga recorridos similares y dormir solo, a la intemperie, no es algo recomendable ya que si ocurriera algo no podrías recurrir a nadie. Recuerdo que cuando estuve en el Valle del Ambroz me pasó algo así y aunque estoy acostumbrada a dormir con grupos nómadas, gente de camping y otros viajeros como yo que nos encontramos en redes sociales y grupos de mochileros, aquella vez había una noche que no tenía donde quedarme y acabé reservando en Cuatro Esquinas, unas casas rurales que son una maravilla para ir en familia y aunque no fue la idea que yo tenía en un primer momento hay que tener claro que estos cambios merecen la pena porque no debemos arriesgarnos nunca, por nada del mundo.
Aprende el lenguaje universal
Uno de los aspectos más importantes a la hora de viajar es conocer el idioma del lugar destino para podernos comunicar con propiedad. Sin embargo, en este caso, va a ser imposible aprender todos los idiomas que se cruzarán por nuestro camino.
Una forma de estar mejor preparados es aprender al menos unas cuantas palabras, como “dormir, comer, explicar de dónde eres y que haces aquí…” y recordar tres reglas básicas: respeta, adáptate y sonríe.
Esto porque comunicarse va más allá del idioma, y cuando lo haces no importa quien tienes enfrente: una colorida tribu en la selva de Laos o un millonario empresario ruso. Por ejemplo, una forma de darnos a entender es respetar la cultura de la otra persona y adaptarse a sus costumbres. Se necesita poco para que una persona se abra y se convierta en nuestro anfitrión, compartiendo con nosotros su estilo de vida.
En el camino…
¿Cuántos kilómetros diarios hago?
Es muy complicado decirle a alguien cuántos kilómetros debe pilotar de media al día porque depende de muchas cosas: el estado de la moto, el propio objetivo del viaje, las carreteras que se elijan o las ganas y pericia del piloto.
En cualquier caso, para calcular una ruta adecuada si se trata de tu primer viaje en moto, una horquilla de entre 400 y 500 kilómetros diarios puede ser suficiente.
¿Cuánto combustible necesito?
Al decidir una media de kilómetros diarios a recorrer, también podrás planificar la ruta completa. Por ejemplo, si la idea es viajar por 4 o 5 días, una sencilla multiplicación te dará un viaje completo de entre 1.600 y 2.500 kilómetros.
Lo importante de este cálculo es que te sirve también para calcular el coste del combustible, gasto al cual es recomendable que le añadas entre un 10 y un 20% de reserva. Esto porque depende de nuestra manera de pilotar, las vías que escojamos y el estado de las mismas (si presentan atascos, desvíos no contemplados, obras, etc.) incidirán directamente en el consumo de combustible.
No te puedes confiar del registro semanal que sueles llevar ya que estamos hablando de una situación nueva, que no controlas y te conviene ser precavido. Es mejor tener algo de reserva por si llegas a necesitarlo, y si, en cambio, eres fiel a tus cálculos, pues lo guardas para una siguiente oportunidad.
¿Cuántas paradas debo hacer?
Independientemente de si recorres 100 o 500 kilómetros al día, debes incluir paradas cada 2 horas para descansar. Intenta respetarlas pensando en que cuanto más cansado y dolorido estés, más cerca te colocas de sufrir una caída o un accidente. Decirte ‘total, solo me quedan 5 minutos o 5 kilómetros para llegar… ya aguanto’ no es una buena idea.
Lo que sí es una buena idea es realizar algunos estiramientos cada vez que bajes de la moto. Tus piernas, brazos, manos, cuello y espalda te lo agradecerán mucho. Otra práctica recomendable es que empieces tu ruta a primera hora del día, despejado y con buenas condiciones de luz. No sólo pilotarás mejor, sino que vivirás la suerte del viajero madrugador: verás más cosas, con más tranquilidad y, si te gusta probar la gastronomía local, comerás mejor porque ‘harás hambre’ antes y evitarás esa hora en la que los restaurantes están demasiado llenos y el servicio anda bastante más agobiado.
Preparando la moto…
Debe estar en perfectas condiciones
Además de cuidar tener una buena convivencia con el resto de usuarios de la vía, especialmente coches y camiones, es importante que también te asegures de que tu máquina está a punto.
Piensa que muchos de los accidentes se producen por una falta de mantenimiento, además que podrías terminar dándote sorpresas indeseadas en plena vía e incluso en los lugares menos esperados.
Para asegurarte que tu moto está en perfectas condiciones para emprender marcha, haz tú mismo las comprobaciones en elementos principales.
- Ruedas
- Cadena
- Batería
- Luces
- Aceite
- Líquido refrigerante
Incluso, para estar aún más seguros, puedes hacer una revisión en profundidad. Para esto si necesitarás visitar tu taller de confianza para que chequeen otro tipo de elementos como:
- Suspensión
- Frenos
- Filtros de aire y aceite, etc.
Debes llevar un kit de herramientas básico contigo
Siempre es conveniente que en tu equipaje hagas hueco para una bolsa portaherramientas con:
- Kit reparador de pinchazos.
- Alambre, cinta americana y cinta aislante.
- Juego de destornilladores.
- Martillo pequeño.
- Juego de llaves Allen.
- Lubricante multiusos.
- Llave inglesa.
- Carraca.
- Alicate.
- Tijeras o navaja suiza.
- Miniarrancador de batería.
Incluir accesorios de moto
Incrementar tu comodidad cuando pilotas, tener una buena comunicación durante toda la ruta y poder moverte con la máxima confianza cuando aparcas tu moto y te dedicas a explorar el sitio al que viajas son los tres valores que deben guiar tu elección en accesorios de moto.
¿Me llevo mi candado también en vacaciones?
Por supuesto. Los enemigos de lo ajeno pueden estar en cualquier parte, por lo que si quieres dejar tu moto aparcada con cierta tranquilidad en un lugar que no conoces, un antirrobo es una magnífica idea para apuntar en tu lista. Así podrás conocer tus destinos y descansar durante el viaje sin el miedo a encontrarte perdido sin tu moto en el medio de la nada.
¿Cómo puedo hacer que mi acompañante vaya cómodo?
Hay moteros que quizás están acostumbrados a viajar solos sin problemas, pero muchas veces se nos presenta la oportunidad de llevar un pasajero y todo cambia.
Esto porque los trayectos en un espacio tan pequeño hay que organizarlos muy bien. Al final, la comodidad de tu acompañanteredundará en la tuya propia y en la buena marcha y seguridad de este primer viaje.
Lo más recomendable, entonces, sería invertir en un respaldo y en una funda de asiento. No te va a suponer un desembolso importante, son facilísimos de montar y reutilizables. Con un buen respaldo, tu acompañante podrá llevar una postura más natural y descansar la espalda. Eso sí, ten en cuenta que tendrás que adquirir uno que pueda adaptarse a tu marca y modelo de moto o acoplarse en el baúl trasero que lleves.