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El Pilates te ayuda a recuperarte de las lesiones.

El Pilates es un sistema de entrenamiento físico y mental que nos permite tener un mayor control sobre nuestro cuerpo. Dirigido desde un determinado enfoque puede suponer una estupenda terapia para recuperarnos de lesiones musculares.

Los fisioterapeutas de Avance, un centro de rehabilitación y fisioterapia de Murcia, que practican una amplia variedad de técnicas terapéuticas, señalan que el Pilates Terapéutico reducen el dolor en las regiones que limitan con el área lesionada y previene los episodios de dolor agudo.

El origen del Pilates está ligado a la recuperación de las lesiones. Su creador, Joseph Hubertus Pilates fue un niño enfermizo. Su interés por superar el dolor y las limitaciones físicas le llevaron a estudiar de forma autodidacta el cuerpo humano y a fortalecerlo por medio del ejercicio. Sus descubrimientos se los aplicaba así mismo, llegando a convertirse en un atleta.

Joseph era alemán y combatió en la primera guerra mundial. Durante la contienda fue apresado por el ejército inglés. Terminó internado en un campo de prisioneros. Es aquí donde empieza a aplicar sus conocimientos para ayudar a sus compañeros enfermos.

J.H. Pilates trabaja como camillero. Sobre las camas de los soldados enfermos monta un sistema de poleas y cuerdas con lo que consigue ejercitar los músculos mediante estiramientos, logrando una recuperación efectiva de los lesionados. En ese tiempo llegó a desarrollar una amplia variedad de ejercicios.

Terminada la guerra, ya en 1921, Joseph Humbertus Pilates emigra a Nueva York y establece su estudio en Manhattan, donde pronto se hace popular entre bailarines y coreógrafos de Broadway, quienes suelen pasar largas temporadas de rehabilitación debido a la recuperación de las lesiones que sufren en los ensayos y en su entrenamiento intensivo.

Posteriormente el Pilates va ganando adeptos en el mundo del deporte, como una disciplina que conjuga el refuerzo muscular, el control de la respiración y el desarrollo de la concentración. Pero, desde luego, no podemos olvidar su carácter sanitario, presente desde sus orígenes.

¿En qué consiste el Pilates Terapéutico?

El instituto internacional de Ciencias Deportivas señala que el Pilates es un método efectivo para tratar dolores de espalda, cervicales, hernias discales, artrosis y toda una gama de dolencias y enfermedades musculares.

El Pilates terapéutico es una modalidad adaptada del método Pilates, diseñada específicamente para abordar necesidades de rehabilitación y mejorar la salud física de personas enfermas o con lesiones. Este enfoque se centra en la corrección postural, el fortalecimiento de grupos musculares específicos y la mejora de la flexibilidad, con el propósito de aliviar molestias y contribuir al proceso de recuperación.

En la aplicación del Pilates Terapéutico, se realizan ejercicios controlados y de bajo impacto, a menudo utilizando equipamiento especializado como máquinas “reformer” y accesorios. La atención se dirige hacia la alineación corporal y el fortalecimiento muscular, adaptándose a las capacidades individuales y las restricciones médicas. La supervisión de profesionales sanitarios, como fisioterapeutas, es fundamental para garantizar un enfoque seguro y efectivo en el proceso de rehabilitación.

Para entender cómo funciona, vamos a ver un ejemplo concreto. Imaginemos a alguien con dolor lumbar crónico. El profesional comenzaría evaluando la postura y funcionalidad del individuo para diseñar un programa personalizado. Los ejercicios se centrarían en fortalecer la musculatura abdominal y lumbar, así como mejorar la movilidad de la columna vertebral.

Se iniciarían con ejercicios suaves de activación abdominal, como la «Marcha Supina», donde el individuo acostado levanta las piernas alternativamente, enfocándose en la estabilización de la pelvis. A continuación, se integrarían ejercicios de flexión y extensión de la columna, adaptados a la capacidad del paciente, como el «Roll Down» o la «Cobra».

El uso de accesorios como la pelota suiza podría añadir variedad al programa. Por ejemplo, el ejercicio de «Pelvic Tilt» con la pelota bajo la espalda baja ayudaría a mejorar la postura y la activación de los músculos lumbares.

Beneficios del Pilates Terapéutico.

La incorporación de la práctica del Pilates en los procesos de rehabilitación reporta significativos beneficios para los pacientes. Estos son algunos de ellos:

  1. Fortalecimiento muscular: El Pilates Terapéutico se enfoca en fortalecer grupos musculares específicos, mejorando la resistencia, la flexibilidad y proporcionando estabilidad a las articulaciones.
  2. Mejora de la postura: A través de ejercicios que trabajan en la alineación corporal, ayuda a corregir y mantener una postura adecuada, reduciendo la tensión en la columna vertebral.
  3. Aumento de flexibilidad: Los movimientos controlados de Pilates Terapéutico contribuyen a incrementar la flexibilidad, mejorando la amplitud de movimiento en las articulaciones. Ayudando a recuperar su operatividad normal, después de que hayan sido afectada por una lesión.
  4. Rehabilitación de lesiones: Este es un aspecto de gran importancia. Adaptado a necesidades específicas del paciente, este enfoque es efectivo en el proceso de rehabilitación, facilitando la recuperación de lesiones musculares o articulares.
  5. Reducción del dolor crónico: Al fortalecer los músculos estabilizadores, contribuye a disminuir el dolor crónico, especialmente en áreas como la espalda y el cuello.
  6. Mejora del equilibrio y la coordinación: Los ejercicios de Pilates Terapéutico ayudan a mejorar el equilibrio y la coordinación, beneficiosos para la prevención de caídas.
  7. Estimulación del sistema circulatorio: La actividad física controlada promueve la circulación de la sangre, beneficiando la oxigenación de los tejidos y la eliminación de toxinas.
  8. Aumento de conciencia corporal: Es decir, la conexión entre cuerpo y mente. Mejorando la compresión sobre cómo se mueve y se posiciona el cuerpo en el espacio.
  9. Reducción del estrés: La práctica centrada en la respiración y el control mental contribuye a reducir el estrés, promoviendo una sensación de bienestar general. Algo que sin duda es beneficioso en los procesos de recuperación de una lesión.
  10. Adaptabilidad a diversas edades y condiciones físicas: Por su naturaleza, el Pilates Terapéutico puede ser modificado para satisfacer las necesidades individuales, siendo beneficioso para personas de diferentes edades y niveles de condición física.

Los principios del Pilates.

En cualquiera de sus aplicaciones o variedades, el Pilates se base en tres principios fundamentales: La concentración, la respiración y el control corporal. Esforzarnos en aplicarlos adecuadamente es lo que hará que el programa de ejercicios consiga los resultados deseados.

  • Concentración.

La práctica del Pilates requiere una concentración intensa. El practicante debe estar pendiente de hacer perfectamente el ejercicio, seguir las indicaciones recibidas por el instructor, alcanzar la postura correcta e integrarla con la respiración. En el Pilates es más importante la ejecución correcta de los ejercicios que el número de repeticiones o la velocidad de las mismas. Se podría decir que el Pilates es una disciplina técnica.

  • Respiración.

La respiración es un elemento clave. Durante la práctica del Pilates se efectuarán respiraciones profundas y lentas. Inhalando el aire por la nariz y expulsándolo despacio por la boca. Aquí, la respiración cumple varias funciones. Por un lado se aumenta la capacidad pulmonar, ejercitando de manera indirecta los músculos pectorales. Al respirar profundamente, oxigenamos la sangre, llevando a todas las células del cuerpo el oxígeno que necesitan en una situación de estiramiento muscular, diferente a la postura que habitualmente tenemos. Por último, el ritmo acompasado de la respiración favorece la concentración en los ejercicios.

  • Control corporal.

Conocer nuestro cuerpo y comprender su funcionamiento y sus límites es una de las razones de ser del método Pilates. Joseph Hubertus Pilates situaba el centro de energía del cuerpo en el área formada por la zona lumbar y abdominal. El fortalecimiento muscular de esta parte es lo que habilita al cuerpo para que pueda moverse de una forma libre y equilibrada. Evitando que realicemos de forma involuntaria movimientos bruscos o descompensados que puedan perjudicar los músculos, huesos y articulaciones.

¿En qué se diferencia el Pilates Terapéutico del Pilates Tradicional?

Un artículo de salud publicado en el digital Objetivo Castilla-La Mancha señala que es importante diferenciar entre Pilates Tradicional y Pilates Terapéutico. Sobre todo para personas que sufren algún tipo de dolencia muscular.

En primer lugar, mientras el Pilates Tradicional, el que conocemos habitualmente, se practica en un gimnasio o centro deportivo, el Pilates Terapéutico debe ejercitarse en un Centro Sanitario de Rehabilitación. Esto significa que puede ir acompañado de aparatos que ayuden en el proceso de recuperación.

Las sesiones de Pilates común están dirigidas por un monitor de Pilates. Un profesional que conoce la disciplina y que ha preparado un programa de ejercicios para sus alumnos. Por otro lado, la práctica del Pilates Terapeútico debe estar dirigida por un fisioterapeuta. Integrando esta actividad física en un programa completo de rehabilitación, siempre bajo supervisión médica.

Todo el plan de ejercicios del Pilates Terapéutico va orientado a fortalecer una parte determinada del cuerpo. Aquella que necesitamos recuperar después de haber sufrido una lesión o como consecuencia de padecer alguna enfermedad que deja secuelas físicas, como la artritis. Por tanto, se requiere un conocimiento específico del estado de salud del paciente y de cuáles son sus necesidades médicas.

Un aspecto importante del Pilates Terapéutico es su capacidad para mitigar y controlar el dolor. Un punto fundamental en el proceso de recuperación de determinadas lesiones.

El Pilates Terapéutico es una terapia efectiva para personas que sufren molestias lumbares constantes, problemas en el sistema locomotor o alguna lesión que le impide llevar una vida normal.

 

 

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