Actualmente el mundo de la moda y el diseño está introducido en nuestra vida de tal forma que lo inunda todo, nuestra vestimenta diaria, nuestro calzado, los perfumes que utilizamos, el tipo de vehículo que nos compramos, los deportes que practicamos… Incluso para hacer viajes hay destinos que por épocas tienen más visitantes, se ponen de moda y todo el mundo quiere pasar unos días en esos lugares.
Barcelona es uno de estos que siempre están al alza. Aquí nos podemos alojar en uno de los mejores hoteles de cinco estrellas, el Mercer Barcelona, inaugurado en el año 2012, en el que se ha logrado conjugar el respeto hacia el impresionante legado arquitectónico de su edificio, mostrar un gran amor por la historia y al mismo tiempo incorporar el diseño contemporáneo en sus instalaciones, lo que da como resultado un hotel de lujo de una elegancia sin pretensiones, con un ambiente discreto y distinguido y con un servicio excepcional en sus 28 espectaculares habitaciones y suites de ensueño. Situado en el barrio gótico de Barcelona, su ubicación es la idónea para recorrer la Ciudad Condal y dar un paseo por el núcleo más antiguo de la urbe, la denominada Ciutat Vella, verdadero origen y alma de la ciudad.
Otro gran destino en España que, aunque poco conocido aún cada vez se escucha más, son las ciudades colindantes Úbeda y Baeza. Para visitarlas, y entender su cultura, la mejor recomendación que se puede hacer es que un guía especializado sea quien te enseñe los lugares más emblemáticos de ambos sitios. ¿Y por qué? Pues porque ambas ciudades son un pedacito del medievo donde cada rincón está lleno de historia, pero no todos conocemos esa historia. Cuando yo visite ambas ciudades fueron los guías de visitaubedaybaeza.com quienes me ayudaron, y son magníficos.
Entre estos destinos solicitados por un gran número de turistas para realizar sus viajes vacacionales se encuentra también Bruselas. Es la capital de Bélgica y sede del Parlamento Europeo. Una ciudad joven, dinámica, cosmopolita y de una extraordinaria belleza. Merece la pena tomarnos un tiempo para sentarnos y tomar una cerveza de una de las cafeterías que circundan la Grand Place, Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1998, para admirar todo su esplendor, un lugar emblemático de la ciudad y que está considerada como la plaza más bonita del mundo. Cuenta además con el Atomium, una escultura convertida en un símbolo de la ciudad donde descubrir la magia de la ciencia. Una vez en Bruselas, una excursión obligada es a las cercanas localidades de Gante y Brujas.
Florencia, situada en el Norte de Italia, es un verdadero museo al aire libre. Su belleza es tal que se dice que cuando el escritor francés Stendhal visitó la ciudad sufrió mareos y palpitaciones por la cantidad de belleza que sus ojos estaban observando, por lo que se le conoce como el síndrome de Stendhal o el síndrome de Florencia y los turistas lo experimentan. No se puede dejar de ver la Piazza del Duomo, la Piazza della Signoria, la Ponte Vecchio, el Campanile de Giotto o el Battisterio de San Giovanni, considerado como el edificio más antiguo de la ciuda.
Tallin es otro de esos lugares que no se pueden dejar de visitar. Esta pequeña pero preciosa ciudad medieval amurallada, capital de la República de Estonia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, alberga la que está considerada como la farmacia más antigua de Europa, pues data de 1422, además de innumerables edificios medievales y góticos como el del Ayuntamiento, en cuya torre hay una veleta con la figura de un soldado medieval que en la actualidad es el emblema de la ciudad. La mejor vista de la ciudad se puede contemplar desde el mirador Patkuli, en la colina Toompea, donde podremos visitar también el castillo.
Edimburgo nunca falta en estos rankings. Esta fría ciudad escocesa nos recibe con sus faldas al viento, escuchando el suave sonido de su gaita con un vaso de whisky en la mano mientras nos explican cómo la autora de las aventuras del famoso mago Harry Potter se inspiró en la famosa y exclusiva escuela George Herriot para escribir su novela. Resulta muy agradable pasear por la larguísima calle Royal Mile, que une el impresionante e inexpugnable castillo que se alza sobre la colina de Castle Hill con el Holyrood Palace, fundado como monasterio en el año 1128 y que fue residencia de los reyes y reinas de Escocia desde el siglo XV.