16 mayo, 2017
Desde mi adolescencia he intentado cuidar mucho mi salud, ya que al ser uno de esos niños gorditos, sufría insultos y comentarios poco deseados por parte de otros niños. Cuando era pequeño no me interesaba en lo que comía, ni tampoco de las diferentes sustancias que contienen los productos que compramos. Y tampoco me preocupaba por el deporte, más allá de correr en el patio y jugar al fútbol esporádicamente. Cuando fui creciendo aprendí por mí mismo cuales eran las consecuencias de tener sobrepeso. Cuando no puedes moverte tan rápido como los niños normales, o te cuesta hacer ejercicios que antes ni parabas a pensar, sufres mucho por dentro. Por suerte de ese sufrimiento yo pude sacar virtud, y tuve la necesidad de cambiar.