3 enero, 2022
Este año, por mucho que nos pese, será recordado en los libros de historia por la pandemia que asoló el mundo. ¿Quién no va a contarle a sus nietos que los españoles tuvimos que permanecer encerrados en casa durante tres meses y luego salir a la calle con mascarilla? La nueva normalidad, que aún no tengo muy claro si ese es un buen nombre, llega en pleno verano, con más ganas de vacaciones y de hacer cosas fuera de casa que nunca, pero también con más peligro que nunca y los niños, que necesitan actividad urgentemente, van a tener que conformarse con lo que se pueda hacer en familia y en las pocas escuelas o campamentos de verano que van a abrir sus puertas.